Pero habrá un rico en canal ese si apesta a carajos.
Olemos por encimita pero tenemos decencia,
Pero al rico toditita le re-hiede la conciencia
Cuando yo digo decencia no es esa mal entendida
Si me presta su paciencia se la dejo bien sabida
A mi modo de pensar no es decencia el bien vestir,
Ni andar oliendo a jazmín, ni lo por fuera hermosear
De que sirve presumir con trapos caros y finos
Y saludos repartir tan falsos y tan ladinos
Esa es costrita delgada que se desprende solita
No aguanta ni una lavada de agua dulce o saladita
Por eso al decir decencia se bien lo que estoy diciendo
En el alma esta la esencia y no en andar presumiendo.
Mire una mano de obrero o una mano campesina
‘tara vacía de dinero pero jamás asesina.
Puede mirarlo de frente y sostener su mirada
Y podrá decir la gente: “Ese no a robado nada”.
Que si tenemos derechos eso si ahí que discutirlo
Si nos falta pan y techo pues vamos a conseguirlo
¿Cómo?, ahora lo vera, si no es que estoy aturdido
Las cuestiones andan mal por que vivimos vendidos
Aparte de tener penas, los pobres que más tenemos
Kilómetros de cadenas traemos desde que nacemos
Y si el rico tiene pan, abrigo y comodidades
Por las buenas no las dan, ahí que ver las realidades.
Si ahí pobres para tirar y ellos son un puñadito
Es como si junto la mar apareciera un charquito.
Nada tenemos que perder, nada que valga la pena
Solo luchando a romper de mis pies estas cadenas.
Creo que ahora si se aclaro este pensamiento mío
Lo que el rico nos robo regresará, aunque tardío.
Todo rifle proletario con un buen apuntador
Debe tener en la mira siempre a algún explotador.
Y la soga campesina debe estar alrededor
Del cuello latifundista que asesina al labrador.
Esto se llama justicia, mírelo por donde lo mire.
Para acabar con la avaricia: ¡¡¡Tire, Tire, Tire!!!
Autor: Jose de Molina